Monday, May 27, 2013

A Coruña durante la II República

 
                           Celebración en María Pita tras la proclamación de la II República, el 14 de abril de 1931. / foto villar (Fuente: Opinión Coruña)

Pretende perfilar en este breve comentario algunos de los rasgos de la ciudad coruñesa durante el período de la Segunda República (1931-1936). Desde las últimas décadas se ha subsanado el vacío histórico en este período, error que respondía a intereses ideológicos hoy superados por historiadores y otros investigadores. Especialmente el período de la Guerra Civil y la posguerra ha sido un tema en el que se han profundizado diversos autores para aclarar y evidenciar la verdad de aquel período. Es necesario seguir profundizando en las investigaciones como forma de evidenciar los hechos reales y los crímenes durante la guerra y la posguerra pero también reclamar con ello el derecho de las familias afectadas y el reconocimiento jurídico de las víctimas, durante todo el gobierno franquista. Aquí se apuntan breve y someramente algunas ideas con el objetivo de interesar al lector y que profundice en ellas.

La ciudad coruñesa recibió la II República con gran entusiasmo, el mismo que en otras ciudades españolas. A las cinco de la tarde del 14 de Abril, sin saber el resultado de las elecciones pero conscientes de la aplastante victoria de los republicanos en la ciudad,  en los alrededores de la Plaza de María Pita, corazón de la ciudad, se reunió una gran masa de personas. Parte de ellos entraron en el Palacio Municipal con el objetivo de proclamar de inmediato el cambio de régimen izando la bandera republicana, circunstancia permitida, aunque protestada por lo expeditivo, por el alcade saliente Linares Rivas.En poco tiempo A Coruña vió rtes alcaldes- Lens Riera, Senra Fernández y Juan González Rodríguez. Este último de la línea moderada aprobó las primeras medidas antirreligiosas que llevó a cabo el Ayuntamiento en aquellos años; le seguiría en el cargo el Iglesias Corral. A partir de este momento la vocación de la política gallega fue redactar el Estatuto de Autonomía, reabriéndose viejos conflictos sobre la capitalidad.

La ORGA fue en este período republicano la gran fuerza política de la ciudad, con personalidades como Casares Quiroga, González López y Vilar Ponte. El Partido Radical Socialista, tuvo gran influencia también, aunque menor, integrándose progresivamente en el entorno de la ORGA y el PRG. La movilización obrera tuvieron en estos años un gran desarrollo, en Coruña destacaron especialmente por su anticlericalismo, precisamente por la influencia del anarquismo (Quema de la Iglesia y Residencia de los Jesuitas en mayo de1931). La FLO , sindicato ácrata, incluida dentro de la CRG gallega comenzó un proceso de radicalización ideológica convocando repetidamente huelgas generales, especialmente radicales fueron las movilizaciones del 8 de diciembre de 1933, convocadas por la llegada al poder de la derecha y en las que el propio Villaverde, líder de la organización, intentó detener a los dirigente más radicales. 

Los sectores conservadores se encarnaron en el Partido Radical y en la Unión Regional de Derechas, con partidos que representaban posiciones más radicales como el Partido Agrario Español. Otro de los grandes movimientos de aquel período, fue el nacionalismo gallego que tenía como fin prioritario la consecución de l autonomía gallega. Algunos nacionalistas como Picallo o Vilar Ponte se separan, finalizando el año 1931 de la ORGA. A finales de ese año se creaba el Partido Galeguista, apoyado por grupos como "Irmandades da Fala" de Betanzos y de Coruña.  Las tendencias dentro del PG abarcaron todo el posible espectro ideológico desde las tendencias de izquierda-Picalli- hasta las posibilistas-Vilar Ponte-. El movimiento celebró syu primer acto en la ciudad herculina, realizando un mitín con Picallo y Castelao en el Teatro Rosalía de Castro.  El giro ideológico de los nacionalistas tuvo lugar después de los resultados de 1933, a partir de este momento comenzaría a hacerse más progresista y próximo a la izquierda, hasta que finalmente entró en coalición con otros grupos similares en el Frente Popular, como forma de conseguir el ansiado Estatuto. Este giro hizo que un sector fundara un nuevo partido en 1935 con el nombre de Dereita Galeguista, con escaso apoyo popular. La formación del FPopular fue rentable electoralmente al PG, consiguiendo con el papel activo de Picallo y Vilar Ponte aprobar el plebiscito del Estatuto. La cuestión sobre la capitalidad irrumpió en el proyecto, llegando incluso a proponerse un proyecto de Estatuto desde la propia ciudad coruñesa. El proyecto enfrendado, muy distinto a este propuesto en Coruña, fue refrendado en consulta popular en los primeros meses del Gobierno del Frente popular, con objeciones sobre la transpariencia del escrutinio. Sin embargo, cuando se envió el Estatuto a aprobarse en Cortes se produjo el levantamiento militar.
La sociedad local coruñesa vivió en el período republicano una politización progresiva (que decir de la democracia, el constitucionalismo y las elecciones electorales; hechos que vivieron una cesura de casi cuarenta años) que la sindicalización obrera también fue un hecho constatado, todos ellos fenómenos sociales que tardarían años en volver a suceder una vez instaurado el régimen franquista. La prensa periódica fue muy activa, con diarios socialistas, falangistas,etc, los mitines se llenaban con comerciantes y trabajadores, que tenían la posibilidad de acceder a las bibliotecas que ofrecían los sindicatos. Las clase burguesa se reunía en casinos  y ateneos, y los movimientos asamblearios se hicieron presentes en toda Galicia con diferente intensidad. Las misiones educativas fueron la expresión más vida del consciente poder de la educación para transformar (solucionando carencias históricas) y hacer progresar a la sociedad, llegando hasta los lugares más remotos ( Sobre las misiones pedagógicas en España).

Referencias:
Documental sobre la II República (Parte 1) (Parte 2)
Para mayor interés en las actividades realizadas en Galicia: Ateneo Republicano de Galicia
 GRANDÍO SEOANE, E. La Coruña en el siglo XX, Vía Láctea, 1994
GRANDÍO SEOANE, E (Ed.) República e republicanos en Galicia, Ateneo Republicano de Galicia, A Coruña, 2006






1 comment:

  1. Mi abuelo era maestro de una escuela pública durante la II república. Estaba situada donde se encontraba el antiguo cine Rex.
    El 18 de julio de 1936 un piquete entró en el portal de la casa, donde también estaba la escuela, para buscar a un vecino al que acusaban de esquirol. El vecino en cuestión, que vivía en una buhardilla, se dio cuenta y huyó por los tejados.
    Enfadados los miembros del piquete por no encontrarlo, entraron en la escuela para preguntar a mi abuelo si sabía dónde podían hallarlo. Mi abuelo les contestó que no lo sabía. Uno de los miembros del piquete le comentó al resto que mira por donde no se iban a ir de vacío....Lo decia porque vio en la pared una foto de mi abuelo cuando habia dado clases en un colegio de jesuitas. Según el miembro del piquete..... mi abuelo era un cura. Mi abuelo le explicó que estaba errado, que era una foto del claustro de profesores.
    El piquete sin atender a razones se llevó a mi abuelo, y le dieron una paliza de muerte en el lavadero que habia en lo que hoy es la actual ronda de nelle a la altura de donde se encuentra San Pedro de Mezonzo. Cuando iban a matarlo, una vecina reconoció tanto a mi abuelo como a uno del piquete, y les recriminó lo que hacían. Eso salvo la vida de mi abuelo, aunque quedó herniado y sin dentadura, muriendo a los pocos años.
    En qué tipo de crímenes podemos englobar un hecho así?. Simplemente en la barbarie de unos y otros. Los dos bandos tienen mucho que callar, asi que menos revanchismo y más juicio crítico, que es lo que hace falta. Aprovechando la situación hubo mucho ajuste de cuentas por rencillas pasadas, muchos de los cuales nada tuvieron que ver con las politica ni las ideas.
    Un terrateniente que sobrevivió los primeros dias de la guerra en zona roja y gobernada por anarquistas, contestó a la pregunta de unos amigos acerca de cómo no le habían matado diciendo "nadie me debía dinero"
    Hay que aprender del pasado para no cometer los misno errores. Si alguien quiere justicia casi 80 años después, pues entonces que me traigan a los miembros de ese piquete para que lis juzguen, y no para que les levanten un monumento

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